Si quisiera contar la Etapa de hoy de bonitas maneras, os diría...
Nuestro punto de partida, Sevilla, que además de ser Villa, es Bella,
Cada Domingo, como manda el Evangelio es sitio obligado de paso San Jerónimo del que dicen que ha sido el hombre que en la antigüedad estudió más y mejor la Santa Biblia.
Ordenados, propio de nuestra estirpe pasamos confiados por La Algaba, tierra donde crece el fruto más dulce jamás creado por la madre naturaleza, anunciándolo a los cuatro vientos en época de Primavera con un perfume que sería digno de ser la colonia de la mismísima Virgen María, madre de todos nosotros.
Rodeamos Santiponce, nada que ver con San Ponce pero sí mucho de tierra de aire Imperial y Romano, donde Itálica y El Monasterio de San Isidoro del Campo nos delata que se trata de una tierra de honorable pasado.
Continuamos nuestro avance, tranquilos, nadie Saltera, caminos otrora llenos de Olivares yacen ahora yermos por la codicia humana, en forma de deforestación de la Cornisa. Apenas tenemos tiempo de rezarle a SanLuca El Mayor para el perdón de tan tremendo pecado.
Sin darnos cuenta llegamos al destino, donde hay que ponerse las Pilas, un café y una magdalena hacen milagros.
Aznalcóllar es el vértice que nos devuelve por la misma senda que llevábamos a la ida pero ahora de vuelta. Un sincero hasta luego SanLuca y vuelta con nombre, pero sin Olivares. Parece mentira que a pesar del cansancio, de retorno, nadie Saltera. Y ese Valledeencinas sin pecado concebida de Inmaculada concepción que no es valle, más bien parece colina y cuyo pecado queda perdonado por la falta de mancha. Ya no queda más que pasar por el Castillo de Guzmán degradado de Conde a Duque y de Castillo a Castilleja. Bajando hacia la cuenca del río Guadalquivir el cansancio se nota en el rostro, quien no desea una siesta de colcha y Camas?, desestimada al ver en el horizonte nuestra Bella ciudad, que ya lo dije antes, también es Villa, donde recalar con el alma llena y el espíritu tranquilo, anhelando que el futuro Domingo llegue pronto.
...más líbranos del malamén.
-Yo? Der Pedá
-Y tú?...
Martes, 2 de febrero de 2016
Nuestro punto de partida, Sevilla, que además de ser Villa, es Bella,
Cada Domingo, como manda el Evangelio es sitio obligado de paso San Jerónimo del que dicen que ha sido el hombre que en la antigüedad estudió más y mejor la Santa Biblia.
Ordenados, propio de nuestra estirpe pasamos confiados por La Algaba, tierra donde crece el fruto más dulce jamás creado por la madre naturaleza, anunciándolo a los cuatro vientos en época de Primavera con un perfume que sería digno de ser la colonia de la mismísima Virgen María, madre de todos nosotros.
Rodeamos Santiponce, nada que ver con San Ponce pero sí mucho de tierra de aire Imperial y Romano, donde Itálica y El Monasterio de San Isidoro del Campo nos delata que se trata de una tierra de honorable pasado.
Continuamos nuestro avance, tranquilos, nadie Saltera, caminos otrora llenos de Olivares yacen ahora yermos por la codicia humana, en forma de deforestación de la Cornisa. Apenas tenemos tiempo de rezarle a SanLuca El Mayor para el perdón de tan tremendo pecado.
Sin darnos cuenta llegamos al destino, donde hay que ponerse las Pilas, un café y una magdalena hacen milagros.
Aznalcóllar es el vértice que nos devuelve por la misma senda que llevábamos a la ida pero ahora de vuelta. Un sincero hasta luego SanLuca y vuelta con nombre, pero sin Olivares. Parece mentira que a pesar del cansancio, de retorno, nadie Saltera. Y ese Valledeencinas sin pecado concebida de Inmaculada concepción que no es valle, más bien parece colina y cuyo pecado queda perdonado por la falta de mancha. Ya no queda más que pasar por el Castillo de Guzmán degradado de Conde a Duque y de Castillo a Castilleja. Bajando hacia la cuenca del río Guadalquivir el cansancio se nota en el rostro, quien no desea una siesta de colcha y Camas?, desestimada al ver en el horizonte nuestra Bella ciudad, que ya lo dije antes, también es Villa, donde recalar con el alma llena y el espíritu tranquilo, anhelando que el futuro Domingo llegue pronto.
...más líbranos del malamén.
-Yo? Der Pedá
-Y tú?...