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lunes, 31 de diciembre de 2012

ANO CONTRADICTORIO

Pues esto se acaba y un año más toca hacer balance de cómo ha ido el asunto. Como muchos habréis imaginado por la falta de actividad en el blog desde el mes de octubre han sido meses fastidiados estos últimos del año, pero bueno, habrá que empezar por el principio. La verdad que mirando hacia atrás, que diferente me iban las cosas hace un año de cómo me van ahora. Ya sabemos que son ciclos, pero entonces, comenzaba el año súper motivado, con todo saliéndome a pedir de boca. Me encontré un mes de enero de mogollón de curro, con un montón de viajes en los que por suerte pude ir afinando la forma para el primer objetivo de la temporada: la Andalucía Bike Race, una vuelta de BTT. Recuerdo buenos días como los aberronchos por el sur, una especie de carrera completamente improvisada entre los habituales de la zona, o los viajes a Mallorca a varias presentaciones donde tuve la oportunidad de rodar con los chicos del Katusha o compartir unos kilómetros con toda una campeona del mundo como Gunn-Rita Dhale, o pasar una mañana en Valencia rodando con una temperatura espectacular. Que bien salen las cosas cuando estás motivado como lo estaba por aquel entonces y no te cuesta nada salir a entrenar, ves las cosas con otro rollo.

Así fuimos afinando durante el mes de febrero, muchos entrenos largos en compañía principalmente de Joaquín AKA jodío niño y Jose AKA ansias. Como es habitual la primera carrera de la temporada es Tres Cantos, donde hago un papel discreto. El Rally cada vez se me hace más pelota. Tanta intensidad, uff. En la Andalucía Bike Race, paso la mejor semana del año. Voy como un avión y perfectamente compenetrado con Jose que era mi compi para esta prueba que se disputa por parejas. Aquí alcancé la mejor forma de la temporada.

A la vuelta, a bajar un poco el pistón, aunque por medio corro la segunda de Open de Madrid y última para mí este año de XC. El mareo de calendarios con que nos ha tenido la Federación y organizadores esta temporada han hecho que pase lo que ha pasado. La participación en las pruebas de Open haya decaído y solo los top10 han estado siguiendo todo el calendario.

Remato el mes de marzo con la Bilbao-Bilbao que ya echaba de menos después de no ir el año anterior que aparte de servir para ver a buenos amigos me permitió seguir disfrutando del momento dulce que tenía en la bici y es que siempre lo he dicho, cuando vas fácil como mola esto del ciclismo.

Así llega la semana santa donde a pesar de currar, esta vez me lo monto muy bien. Dos presentaciones en Bélgica una de Ridley y otra de BMC me permiten tirarme casi una semana por allí. La pena, no poder compartirlo con nadie. Disfruto como un enano de mi regreso al Tour de Flandes y del adoquín, tengo tiempo para hacer algo de turismo, la verdad que sale una semana redonda, aunque casi la estropeo al final cuando a punto estuve de perder el avión.

En abril comenzamos recibiendo la visita de los compañeros de Pirenaica que iniciaban su viaje a Londres. También este mes volvimos a la marcha de Denia donde sin duda, es el día que más he andado en bici este año. ¡Como un avión! Y me valió un 8º puesto que es lo mejor que he hecho en una prueba.

Poco a poco vamos volviendo a las sesiones de Volumen para iniciar otro pico de forma de cara a Mayo/Junio, meses de marchas. Mi primer objetivo estaba en el Soplao de BTT donde quería sacarme la espina del año pasado. Llego en un momento dulce de forma tras por ejemplo la carrera del TFM de Fuenlabrada donde fui súper cómodo metiéndome incluso en el sprint, pero llegamos al Soplao, sale un día infernal, me hago daño en la espalda, con la BTT recién estrenada tras haber roto el cuadro. En fin un desastre. Este es el punto de inflexión del año ya que a partir de aquí poco a poco se empieza a torcer todo. Aun así, pude disfrutar de algunos días muy chulos como el rutón que nos cascamos el niño y yo a primeros de junio subiendo todo lo subible en Avila. Pero ya poco a poco me encuentro que no empiezo a ir. Primero la forma y luego mucho agobio de curro con varios números muy seguidos, la necesidad de avanzar trabajo para poder irme de vacaciones, hacen que empiece a caerse a cachos mi precario equilibrio. Campeonato de Madrid Master, pego una explosión de las que hacen época, ni que decir que no termino y llega un viaje para hacer la marcha Giovanni Lombardi para sacarla en la revista y me pego el ostión de mi vida donde prácticamente no me hice nada para lo que podía haber sido. Aun así, a una semana de mi tercer gran objetivo como era la Quebrantahuesos, estoy con unas quemaduras y unas abrasiones de impresión, dolores de apenas poder dormir y me empiezo a rallar muchísimo. La Quebrantahuesos, sale simplemente correcta, aunque lo que para muchos sería un tiempazo para mi resulta un tiempo más que no me aporta nada. Aun así, no nos vamos a engañar, el finde fue genial, viendo a mucha buena gente que de otra forma solo ves de pascuas a ramos.

En junio todo preparadito para irnos de vacas, todo planeado para pasar una semana en los Alpes y comienza torciéndose al no poder hacer la Pyernnene porque sale un día de casi nevando en el Tourmalet, continuamos viaje y en el Mont Ventoux decidimos abortar el viaje a los Alpes. Me quedaré sin hacer la Marmotte y nos improvisamos algo por los Pirineos. Sale muy bien, pero ya estoy pasado. Me arrastro muchísimo toda la semana, ya no es tan divertida la bici así. Algún puerto puntual pletórico, pero en general más pena que gloria. Aun así, lo pasamos bien y nos pegamos una buena panzada por Ariege, Andorra y de remate por Soria y Segovia. Ya a partir de ahí cada vez con más agobio de curro, se me empieza a hacer muy largo entrenar. De hecho no entreno. Salgo a montar en bici cuando y como puedo. Resulta muy irónico. Trabajar de probador de bicis y tener graves dificultades para poder montar en bici de forma regular, ya no hablemos de llevar una planificación y un entrenamiento. Todo eso prácticamente ha saltado por los aires.

Nos pegamos una prePerico ya a finales de julio el niño, jose y yo, donde voy todo el día arrastrándome y sufriendo, mi cabeza no quiere bici. Estoy saturado mentalmente y eso hace que mis piernas no rindan. El estrés me lleva de nuevo a las ansiedades y a coger peso, con lo que el círculo vicioso aumenta ya que penas aun más en la bici. Porque la verdad forma hay, lo que demuestro en la Perico donde llego prácticamente sin tocar la bici -en agosto apenas la Carlos Sastre y la Perico fue todo lo que monté en bici- y sin embargo gracias al pedazo trabajo que me hizo Jose hice mi mejor tiempo en esta marcha.

Aun así ya ahí me peta la cabeza y me tiro el resto del mes casi sin tocar la bici a lo que se une la semana de inactividad del Eurobike. Y me empiezo a rallar muchísimo ya que estoy inscrito a una vuelta por etapas en Portugal de BTT, donde voy, a primeros de septiembre por no perder el dinero. Y pasa lo que tiene que pasar. Primera etapa me arrastro y segunda etapa abandono con la espalda jodida después de arrastrarme mucho. Desde ahí hasta ahora, la verdad que entrenamiento serio no he hecho. Simplemente salir a montar en bici, muchas veces por la obligación de tener que probar cosas y completamente desmotivado. Voy al Campeonato de España de Periodistas porque me dejo engañar por el niño pero con una forma pésima. Intento aislarme volviendo a retomar el running de pretemporada y me lesiono a las primeras de cambio por el sobrepeso y me pego unos últimos meses del año con ganas de cortarme las venas por el curro.

Llego a estas fechas como habréis intuido un poco choff y la verdad que poniendo en perspectiva el año ha tenido muy buenos momentos. Tiempo es la palabra mágica que solucionaría gran parte de mis ralladas. Ese privilegio del que cada vez menos pueden disfrutar. Poder hacer las cosas sin agobios y bien, como hay que hacerlas. Si es cierto que en cierto modo soy un privilegiado por trabajar en lo que me gusta -bueno, hoy en día ya solo por trabajar y tener para pagarme mi recién comprado piso-, pero a cambio mi vida se reduce a ser esclavo de la bici a todas horas del día y es algo que acaba pasando factura a la cabeza. Maratonianas jornadas en la oficina y sensación constante de que no te cunde el tiempo. Agotamiento mental. Falta de ganas por hacer cosas, falta de objetivo, desilusiones, son las sensaciones que me acompañan estos últimos meses del año. Sé que son rachas, pero es que viendo los nuevos proyectos que se anuncian para el año que viene me da que la cosa va a ir a peor. También sé que no es una actitud nada positiva, que tendría que intentar mirar las cosas de otro modo, no estar tan eufórico cuando las cosas salen bien ni tan decaído cuando las cosas salen como ahora. Al final como me habéis escuchado decir muchas veces, todo, lo personal, laboral y deportivo se entremezcla y se afectan entre sí. Cuando uno o dos de esos factores van bien o mal, influyen en que los restantes vayan de esa forma y en estos momentos toca sufrir, agobiarse y estar de bajón. En fin, se que son rachas, aunque algunas duran demasiado tiempo y se hincan como espinas imposibles de arrancar.

Así que, como el año nuevo es momento de propósitos, hagamos unos cuantos. Ojala no sean como los típicos que nunca se acaban cumpliendo. Entre ellos deberían de estar tranquilizarme, volver a mi anterior peso para volver a disfrutar de esto, no obsesionarme con las cosas, no agobiarme y ver siempre todo negro, asimilar como es mi situación ahora y si no puedo competir no puedo competir o si no puedo planificar no puedo planificar, aprender a dejar fluir las cosas, no ser tan híper exigente conmigo mismo, confiar más en mí y valorarme más, aprender a delegar más ahora que cuento con la inestimable ayuda de Cascoloco, no llevarme cabreos tontos.

Intentare aplicar estas directrices para tratar de dentro de un año, cuando escriba de nuevo esta entrada poder deciros que todo ha salido de vicio.

Os mando un abrazo a todos los que leéis esto y que en vuestro próximo año a vosotros también os vayan las cosas rodadas. A ver si entre todos conseguimos salir de esta depresión generalizada en que nos están metiendo constantemente con la puñetera crisis.
Por Sergio Palomar 31/12/2012