Castroviejo estuvo siempre en torno al puesto 12-14 muy regular y muy centrado en un recorrido que no era el mejor para él. Lo peor es que se quedó a apenas quince segundos de la novena plaza, con lo que hubiera igualado su mejor actuación en una prueba internacional. Incluso sus rivales más directos quedaron a muy poco de él: Jan Barta, undécimo, solo le aventajaba en seis segundos, mientras que Nicolas Roche, decimotercero, apenas le superaba en 4 décimas.
Distinta fue la actuación de Sánchez, que desde la víspera reconocía estar pensando más en la prueba del domingo que en esta crono, en la que tuvo un buen comienzo –decimoséptimo en el primer control, pero se le fue haciendo muy larga.
Por lo demás, los tres favoritos cumplieron con su condición. Tony Martin cogió la delantera en el segundo control y ya no dejaría la cabeza, aventajando en meta al británico en 46 segundos y al suizo en 48. Cancellara fue el que salió más fuerte, pero fue a menos para ser rebasado por Wiggins en la parte final. Y es que el líder del Sky no comenzó muy entonado –sexto en el kilómetro 7-, pero fue encontrando su ritmo y al final superó a su rival suizo en esa lucha por la plata por apenas dos segundos, una vez que se vio que el oro estaba imposible.
Destacar la notable actuación del bielorruso Vasil Kyrienka, cuarto, a 1-26, muy superior al resto de rivales en ese segundo podio del que hablaba Javier Mínguez, o de la prometedora actuación del danés Rasmus Christian Quaade, sexto a 2-36 de Martin.