¿Qué tiene este gigante que a todos nos embauca? La verdad que no lo sé, pero desde que lo conocí in-situ, me atrapó. Subir el Tourmalet por cualquiera de sus dos lados e ir en su búsqueda, es algo inenarrable. Llámenlo como quiera, incluso digan que es pura locura. Esta bendita locura, no sabes que la tienes, hasta que otro loco de los Pirineos te la inyecta en vena. Toda mi vida, por ello, se lo agradeceré en lo más profundo del alma a Goyo Pineda. Sin él hubiese sido imposible conocerte, Gigante de Hierro.Pero vamos al grano, este Gigante no está todo el año coronando la cumbre del gran coloso pirenaico. Y este es el motivo de escribir estas líneas. Cada final de otoño, baja a la localidad de Pierrefitte- Nestelas, a descansar del agotador trasiego de ciclistas y turistas que suben poseídos hasta ti, para inmortalizar lo que será sin duda la foto más bella que pueda tener un aficionado al ciclismo: cartel de la cima del Tourmalet y el Gigante que lo corona. Pero ya pasado el General Invierno, es hora de que vuelva a su sitio. Y lo hará acompañado por miles de ciclistas. Recordamos que el Gigante del Tourmalet es una monumental escultura que simboliza la primera vez que se subiría este coloso de la mano del ciclista Octave Lapize, ya han pasado 100 años de este hecho.
La subida será el próximo sábado 6 de junio, y se dará la salida a las 9:30 de la mañana, aunque los actos comenzarán a partir de las 8 en Pierrefitte-Nestalas. En la cima, se le entregará a cada participante un recuerdo conmemorativo. Jueves, 04 de junio de 2015