
En realidad, nadie espera que este tipo de ataque llegara a buen termino, pero Tony Martin del equipo Omega Pharma-Quick Step, dejaría en evidencia, quien supusiese eso, llevaba en solitario más de 170 kilómetros, en un final de recorrido, que más bien parecía un desierto, donde se ruedan las películas del spaghetti western. Sin embargo, el alemán tenía su día y demostró que no era campeón del mundo contra el reloj por casualidad. Iba perdiendo rápidamente sus minutos en los últimos 30 kilómetros, pero Martin marcaba un parsimonioso ritmo y cadencia en los últimos 10. El gas del alemana parecía acabarse, pero él se mantuvo firme contra las embestidas de los equipos de los velocistas, manteniendo unos segundos, lo suficiente como para esperar la victoria.
"Yo me fui solo, sin pensarlo" , explicó el campeón del mundo de crono, exhausto, a su llegada, a Juan Carlos García, de TVE. "Cuando ya ataque, la idea era que el equipo no trabajara mucho hasta el final, para Gianni Meersman. Cuando me fugue, pensé que por lo menos dos o tres corredores tomarían mi rueda, pero nadie me pudo seguir " . Y Martin seguía comentando ... "No me esperaba estar tan cerca de la victoria. Simplemente me escapé a ayudar al equipo y conocer mi condición antes de la Copa del Mundo." Sólo que ...estuvo a punto de lograr una maravillosa victoria.
Tony Martin, finalmente, terminó séptimo en la etapa y se vio sobrepasado por los velocistas. Especialista en pista, el campeón danés Michael Morkov (Saxo) demarraba de la rueda de Juan Antonio Flecha (Vacansoleil) en el momento adecuado para obtener su primera victoria en un gran vuelta. "Ganar una etapa de la Vuelta, con el maillot de campeón de Dinamarca, ha sido para mí el momento más hermoso de mi carrera ", decía el ciclista de Saxo Tinkoff, supercombativo y peleón en el pasado Tour de Francia. Mientras que el italiano Vincenzo Nibali (Astana), sigue asegurando su posición de liderazgo en la clasificación general.