Hola, me llamo Victoriano, tengo 57 años, estoy casado, tengo una hija- la mejor del mundo- y escribo desde Ciudad Rodrigo (Salamanca).
Actualmente soy una persona muy afortunada. Llevo tres décadas montando en bici y hace cuatro años sufrí un calvario de dos años por culpa de una fuerte depresión. Tengo que dar muchas gracias por poder escribir esta carta, pues otras personas por culpa de esta enfermedad no han disfrutado de la misma suerte.
Debo decir que al igual que sucede con otras enfermedades, sólo te pueden comprender las personas que la han padecido. Hay que señalar que es muy difícil luchar contra ella, porque lo primero que desaparece es tu personalidad- te conviertes en una marioneta- y pierdes toda la ilusión por la vida –no quieres vivir-. En mi caso, tras medio año muy complicado, cuando volví al trabajo y pensaba que estaba curado sufrí una recaída que me resultó aún más dura, pues piensas que jamás saldrás de ella. Después de dos años durísimos empecé a ver la luz lentamente.
En todo este tiempo, y quitando dos meses con sendos ingresos hospitalarios –cinco días en la UCI-, nunca dejé de montar en bicicleta, como me obligaba mi psicóloga. Es muy duro salir en estas condiciones –lo más difícil que he hecho en bici- y me tocó llorar mucho mientras pedaleaba. Llegué a cogerle manía. Pero bueno, todo el que lucha tiene su recompensa y dejar constancia que con la ayuda de toda mi familia y amigos – en mi caso- si que se sale.
Hoy en día, después de estar mucho tiempo con una fuerte mediación, ya no tomo nada y mi mejor medicina es el deporte. Llevo tres años jubilado y se me hacen pequeños los días. En estos tres años he completado más de 20.000 kilómetros por año –el último fueron 22.000-. También me gusta caminar –senderismo-, actividad que de agosto a marzo alterno con la bici.
Me encantan las marchas cicloturistas, la que más la Quebrantahuesos –ya llevo ocho-, y otra fija es la de los Lagos de Covadonga, y también descubrir otras nuevas.
En estos treinta años de bicicleta, quitando los cinco primeros, nunca he bajado de los 10.000 km/año y llevo acumulado 408.000 kilómetros.
Decirle a las personas que sufran esta enfermedad, que sí se sale de ella. Un saludo y ánimos para todos.