Sin lugar a dudas, lo quieran o no lo quieran algunos, estamos ante la prueba Cicloturista más importante de las que se celebran en nuestro país. La Quebrantahuesos ha convertido a Sabiñanigo -una pequeña localidad situada a escasos kilómetros de Huesca- en el punto de encuentro donde los aficionados a este deporte, ponen en el punto de mira, su colofón a la dura preparación que desde primeros de Enero realizan. Para cada uno de ellos, el objetivo esta en limar si todo va bien, unos escasos minutos en la mejora del tiempo que marcaron en la pasada edición. Y lo logran, porque en el ciclismo, sin esfuerzo y dolor, no hay superación, y eso lo sabemos todos.Para eso y por eso, esta prueba es fundamental para la aficionados al ciclismo. Las formas, en las que se las toman otros competidores, venidos a menos o ofuscados de su paso por las categorías elites, Sub- 23 y pros, es otro tema. Todos conocemos en las distintas peñas y clubes de nuestras ciudades, aquellos que catalogamos como 'mataviejas', ¿verdad?.
Mi titulo de esta entrada, es bien sencillo. Mi más enérgico desprecio a aquellos que hacen trampas en todos los sentidos, pero de que nos vamos a asustar, si hasta en las grupetas de los amigos algunos van enpastillados, toman energizantes, vitalizantes, papillas de proteínas... y ahora nos quieren hacer ver que nuestro deporte es el más limpio de todos, si y nos lo creemos ¿verdad?. De los demás deportes ni hablo ni quiero hablar, pero todos sabemos que no se puede jugar un partido de tenis de 6 horas seguidas al mismo nivel, ¿verdad?. Ni que el fútbol está libre de todo, porqué es un negocio y no un deporte, y que ahí no te puedes meter a comentar nada sobre esas 'super mega-estrellas' ejemplos para toda la humanidad, y que cuando fracasan, el entorno mediático, dicen que es que han llegado cansado, muy estresados los pobrecitos, ¿verdad?. Y que hablarían si a un ciclista le inyectaran placenta de una yegua, o hormonas de crecimiento, o de esas bilis tan raras que expulsan algunos, ¡¡¡Qué barbaridad!!!, algunos habéis corrido por el parque media hora o una hora, y ¿haz intentando escupir saliva? ¿qué os sale? veras clara la diferencia, pero aquí nadie habla de eso, ¿verdad?.
Pero me he quedado un poco perplejo en lo acontecido en esta edición. Lo primero que tengo que decir, es que no conozco de nada al ex-profesional Ángel Vázquez, ganador de ediciones pasada de la QH -por lo visto sancionado de por vida por consumo reiterado de EPO- increíble verdad, con lo que estamos viviendo y viendo en esta sociedad que nos ha tocado vivir. Si eso digo, sancionado de por vida para la disputa de una competición ciclista federada. Pero en la QH, puedes participar estando federado o no, pagas tu inscripción y punto. Los anti-QH dicen que es muy cara, un robo. Que poco sabemos, ¿saben cuanto vale, solamente conseguir un dorsal en la Maratón de Nueva York?, más de 300 euros. La aptitud de la bajo mi punto de vista, de la organización ha sido la correcta, y es más les aplaudo, han puesto de su parte, para que Ángel pudiera participar, pues todo el mundo tiene derecho a insertarse en la vida y en el deporte que le gusta, si hasta los que matan, roban y violan pueden hacerlo, ¿porque este hombre no puede hacerlo?. ¿A quién ha matado este hombre?. ¿Qué delito ha cometido en su vida, para que no pueda ir a disfrutar de lo que le gusta?. Sentenciado: Reo es de muerte, ¿no?.
Ahora saltaran de las trincheras, los que escriben, los que hablan, los dioses, los precursores -OCULTOS BAJO ANONIMATOS (sin escribir su nombre y apellidos)- de la limpieza y el saber estar, de lo maravillosa y contemplativa que son sus vidas. Pues escriban, hablen y sobre todo mediten.
Por lo demás, felicitar a la prueba que el próximo año 2015, cumple, nada más y nada menos que 25 años, y a los principales protagonistas, los aficionados, que se preparen, unos tras el final del verano y otros, con el inicio del nuevo año y que vuelvan -si el sorteo de plazas lo permite-, ha intentar bajar de el tiempo realizado este año, sabiendo sufrir, para al final de la prueba, disfrutar.
23 de junio de 2014